“Son pocos; pero son…

Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.

Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;

o los heraldos negros que nos manda la Muerte.” César Vallejo

Todos los 5 de junio desde 1973 se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas para llamar nuestra atención sobre el futuro de nuestra casa grande que es el planeta. El 5 de junio del 2009 un grupo de nativos Awajún toman pacíficamente el tramo de la Carretera Belaunde conocido como Curva del Diablo, en protesta contra una serie de decretos ley impuestos por el Gobierno de Alan García, sobre el uso de la tierra y los recursos que representaban una gran amenaza para los derechos a sus tierras ancestrales y el sustento de los pueblos indígenas.

Son las nueve y pocos minutos de la mañana del lunes 26 de mayo de este año 2014, en la Sala Penal Transitoria del Poder Judicial de Bagua (Amazonas), los intérpretes Awajún y Wampis no encuentran en su vocabulario una forma de traducir las palabras del judicial, cuando este hace lectura de las graves acusaciones: Rebelión, lesiones graves, motín, homicidio calificado… Como en Los Nueve Monstruos menos uno, parafraseando a Vallejo son ocho delitos por los que deben responder cincuenta y tres indígenas amazónicos.

También en junio, pero del año 1974, el Gobierno Revolucionario del Perú aprueba la “Ley de Comunidades Nativas y de Promoción Agropecuaria de Regiones de Selva y Ceja de Selva”, que en su artículo 11 declaró los territorios de todos los pueblos de la amazonía peruana como inalienables, imprescritibles e inembargables. Derecho conquistado por el movimiento indígena representativo de la amazonía peruana, que a inicios de los años 70`s buscaba como expresarse. Entre los iniciadores de este movimiento estaba el pueblo Awajún, los mismos que en su lengua materna no tiene vocablos para referir actos como motín y homicidio calificado.

“Desgraciadamente, el dolor crece en el mundo a cada rato”, decía Vallejo, y hoy el Perro del Hortelano con su odio racista quiere hacer pagar a los indígenas amazónicos, por el atrevimiento de levantarse en defensa de la Casa Grande, de la Gran Selva Amazónica como refiere a su territorio Segundo Alberto Pizango Chota.

Sin duda que la celebración del Día Mundial del Medioambiente este 5 de junio 2014 en el mundo, no dejara en el olvido los sucesos de Bagua de aquel emblemático 5 de junio de 2009. Como si la historia le jugara a la humanidad un contrasentido: El Perú es el país sede de la primera Conferencia de la Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático que se celebrará en un país amazónico; país que se prepara para animar el dialogo global sobre las futuras acciones en busca del equilibrio climático; y que en este preciso momento y en su propia casa, se encuentra enjuiciando a los principales defensores de la amazonia y del clima global.

Dos días después, este 7 junio volveremos a pensar en el Perú, esta vez con motivo del 25 aniversario de la aprobación del Convenio 169 de la OIT, aprobado en Ginebra en 1989, por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo.

Mientras tanto las audiencias en la Sala Penal Transitoria del Poder Judicial de Bagua (Amazonas) se atrasaran; mientras se resuelve la interpretación para los Awajún de las ocho acusaciones: Homicidio calificado; Lesiones Graves; Delito contra la seguridad pública; Entorpecimiento al funcionamiento de servicios públicos; Delitos contra los poderes de Estado y el Orden Constitucional (Rebelión, Sedición y Motín, en su figura de Motín); Contra la tranquilidad pública (Disturbios); y; Tenencia de ilegal de armas, municiones y explosivos y arrebato de armas o municiones de uso oficial.

Mejor nombre no podía tener este caso, que refleja con meridiana claridad en qué dirección se mueve el sistema judicial peruano, hacia la “Curva del Diablo”; hacia el camino torcido de criminalizar las demandas indígenas de respeto a sus territorios y sus culturas. Pero también deja al desnudo que el gran capital minero y petrolero es el verdadero Hortelano. Ojala el sistema judicial peruano no se rebaje haciendo de su perro de caza.

“Jamás el fuego nunca

Jugó mejor su rol de frío muerto.

Jamás, señor ministro de salud, fue la salud

Más mortal”; decía Vallejo…quizá imaginando estos tiempos de su amado Perú.